Cae el telón cada mañana sobre la jungla
FIN
Cae el telón cada mañana sobre la jungla.
Se esconden los leones en el desván y dejan paso a las caracolas con alas de canela.
Entre bambalinas el aroma a abrazo recién hecho, nariz con nariz y sol de leche.
La mano tibia del apuntador modela un corazón de manzana.
Recorre las sábanas un tren de mercancías con un único boleto para el mordisco de un piano de cola.
Exhaustos de vida, los personajes secundarios emprenden la escalada de ostinati sin depurar y extraen pepitas de cariño mientras inhalan diamantes entre la orquesta de milochas.
Cae el telón cada mañana sobre la selva. Saludan los escultores de minuscularidades.
(Minuscularidades. Página 47.Emilia Conejo. 2015)